Dicen que para tener el cerebro con los químicos en orden, la ecuación de la felicidad o equilibrio de la que tanto se habla es la siguiente:
Equilibrio (x) = Adrenalina (a) + Testosterona (t) + Serotonina (s) + Oxitocina (o)
Pongo mi equilibrio (x)
Pero… ¿Cómo conseguirlos? A veces nos equivocamos creyendo que es complicado. Aquí te lanzo unas cuantas ideas fácilmente accionables.
001 / Adrenalina (a)
Por ejemplo, para conseguir adrenalina nos podríamos ir a hacer puenting y liar nuestra exisencia organizando la perfecta escapada a hacer puenting, pero lo cierto es que con salir a correr o a conducir (ya sea en coche, en bici, en moto) un rato cada día puede ser suficiente; también nos vale otro deporte en el que se adquiera algo de velocidad mediante cardio. Esto seguro que ya lo sabíais, pero está bien recordarlo y ponerlo en primera fila. A todos se nos olvida hacerlo al final, con nuestras rutinas llenas de cosas por hacer.
También nos valdrían actividades como el surf, para los amantes del mar (o escalada si se trata de montaña). Te puedes ir a Somo (Cantabria), para surfear un poco estos meses.
002 / Testosterona (t)
Pasamos a la testosterona: ¿Qué diríais que nos puede dar más testosterona? Muchos dirían que el sexo, pero lo cierto es que no hace falta irse tan lejos. La meditación nos proporciona esa subida en los niveles de testosterona de manera natural, que finalmente nos podrá reportar mejores funcionalidades biológicas (como mejor libido).
003 / Serotonina (s)
La famosa serotonina. Podríamos haberla colocado en primer lugar en el ranking, ya que esta es la responsable de la felicidad e inevitablemente nos lleva a acordarnos del sol.
Junto a la meditación, el yoga es otra de las disciplinas que nos ayudan a mejorar nuestra salud corporal global, es uno de los grandes aliados del mindfulness (y de la no-mente también, todo sea dicho). Así que vamos directos al grano: no voy a contaros nada sobre el yoga, os dejaré que Xuan Lan, con uno de sus vídeos, os enseñe una de sus clases de yoga para practicar con personas que no sean yoguis, perfecto para vacaciones.
004 / Oxitocina (o)
Para lograr niveles de oxitocina superiores, me sorprendió hasta a mí aprender sobre esto: una conversación basta para ponernos en marcha a generar oxitocina.
Una conversación. No estoy especificando qué tipo de conversación (aunque en el estudio nos sugieren que los cotilleos son perfectos para esto), puede ser cualquier tipo de conversación y de cualquier nivel… no tiene que ser un intercambio entre eruditos: llama al timbre a la vecina y pregúntale qué tal le va la vida; unos minutos de darle a la sin hueso al día; para los que trabajamos en casa y solos la mayoría del tiempo, esto debería estar recetado de base y de manera constante en el tiempo.
Hablar con la mente todo el día tampoco es bueno. Así que a darle a las conversaciones.
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Pongo mi foco en proporcionarle un poco de equilibrio a mi cerebro con los químicos que necesita de manera natural.
Puede parecer complicado, pero es más sencillo de lo que parece. La cuestión es que todos vamos sumidos en unas rutinas diarias bastante complejas (o rotas, tras los últimos meses).
Fotografía de Harli Marten en Unsplash