Cuando tienes espacio para reflexionar en tu vida puedes limpiarla y entrar en aspectos que antes no podías ver por la falta de espacio, tiempo, ganas, dinero o una combinación de todas las anteriores. Así que para combartir eso, hoy te propongo que te bloquees un par de horas para invertirlas en ti y que enciendas la linterna.
Encontrar el rumbo de la brújula no es fácil cuando vivimos en un mundo lleno de estímulos que lo que hacen es generar más niebla alrededor y no nos permiten vislumbrar ni el norte, ni el sur, ni los barcos invasores que se acercan furtivamente por el horizonte.