Los arquetipos están de moda. No paro de verlos por todas partes. Considero que al final, no es más que otra herramienta (de tantas) para etiquetarnos y crear de nuevo fronteras innecesarias entre personas.
Siento que las herramientas para verme y reconocer quién soy y dónde estoy son de una gran ayuda, pero veo ahora en la calle negocios por todas partes y ofertas de marketing online en los que te ofrecen herramientas para hacer de todo y vendiendo motos de todos los modelos y todas las marcas.
El marketing y la publicidad, en esencia, son eso (y todos lo hacemos para vendernos en algún momento, si me apuras). Se parte de que “necesitas” algo. Tal es la necesidad, que te llegan a rastrear con publicidad invasiva hasta que te consigan atrapar en sus redes y pagues con tu dinero algo que a lo mejor no era esencial en tu vida.
Pero ya les tienes hasta en los azulejos del baño con sus anuncios de instagram persiguiéndote.
Aquí no vamos a darte la píldora mágica del misterio de ganar más clientes o cómo ser influencer de la «nueva normalidad» con estrategias intrusivas. Pongo mi foco nace del gozo de vivir compartiendo lo que ya sí somos y desde una sensación de disfrutar de lo que ya tenemos. No hay que hacer mucho más. Disfrutemos de la vida sin juzgar al vecino y sin decirle lo que debe hacer porque vive incorrectamente.
Si acaso, integraremos conocimientos para construir algo y aprovecharlo para nuestro crecimiento personal y profesional (o propósito, que le llaman algunos): es por eso que os iremos aportando herramientas y ejercicios. Nos gustaría que al acabar cada post podáis responder con consistencia a la pregunta que a veces muchos nos hacemos cuando leemos/vemos contenidos cuando se acaban:
Vale, muy bien, ¿y?
Compartimos lo que hemos aprendido en nuestros viajes de vida. No te prometemos el oro y el moro, pero sí que compartiremos nuestra sabiduría en unos cuantos ámbitos (puede haber sido adquirida estudiando, haciendo sin más o trabajando durante años), cosas sencillas accionables en el día a día.
Si te apetece crecer o cambiar aspectos, ya irás navegando, aprendiendo y buscando por tu cuenta. Nosotros te podremos guiar con lo que nos ha funcionado a nosotros, en forma de propuestas, pero eso no quiere decir que te vaya a funcionar a ti. Puedes cogerlo o no.
Estamos hartos de gurús que vengan a decirte que «dejes de ser tú«, que “tienes que cambiar”, o que “necesitas mi producto/metodología/curso/libro para ser exitoso/feliz/unicornio» (aunque por ahí luego nosotros te demos unas cuantas claves algún día para reclamar tus unicornios; cosa que creemos que tiene que tener su espacio). O, mejor aún, que «el ego es el enemigo«.
Pongo mi foco nace con ganas de arrojar luz y creatividad a lxs farerxs que decidan habitar los de momento ocho faros que iluminan cuatro costas: INSTINTO, EMOCIONES, MENTE y ALGO MÁS. Nace con ganas de que juguemos, que disfrutemos, que crezcamos juntos. En diversidad y armonía. Mezclarnos. El que tiene conocimientos avanzados con el que quiere saber más; el experto con el novato. No cada uno en su tribu y solo me junto con los que son como yo.
Yo no sé más que tú; tú no sabes más que yo. Simplemente, hemos explorado caminos diferentes.
Podemos divertirnos viviendo con lo que ya es, sin ejercer juicios morales por el color de la peluca de la vecina.
Construyamos.
Obvio que compartiremos herramientas y contenidos multimedia que puedan llegar a ser catalizadores del cambio, pero desde un lugar de “no exigencia de cambio inmediato/mágico» ni de bebérselo todo de golpe: coge lo que más te venga en gana y disfruta a cada sorbo.
Te invito a que juntos podamos explorar, sin prisa. Puedes seguirme a mí en instagram en @danielvazquezcc y a la revista mediante nuestro nuevo canal @pongomifoco.
Mi objetivo es que no sea una revista en la que solo escriba yo, sino que poco a poco te iré presentando a otrxs farerxs colaboradorxs, en múltiples disciplinas creativas (o no tan creativas). Estoy muy contento de que estés leyendo esto porque significa que has encontrado nuestro faro.
Pongo mi foco: Todos somos uno.