En este artículo quiero seguir profundizando sobre la pirámide de los niveles neurológicos de la Programación Neurolingüística (PNL) de la que ya hablé con anterioridad en otro artículo. En concreto, sobre uno de los niveles específicos de la misma: la identidad. Segundo empezando desde arriba y sexto si empezamos desde abajo.
Como vemos en el esquema, los cambios a nivel de identidad son más profundos que los cambios de niveles inferiores: creencias, valores, habilidades, comportamientos y ambiente. A medida que subimos de niveles en la pirámide, la complejidad de los cambios y las transformaciones aumenta.
Identidad nueva. O una transformación a nivel identitario. Menudo berenjenal.
Nos salimos a una cesta distinta. Una cesta nueva.
Es un nivel distinto que los demás, está por encima de los anteriores que comentaba al inicio del artículo y de él cuelgan todos.
Atreverse a hacer este cambio requiere de la fuerza de contarlo a los del sistema o sistemas a los que perteneces con la identidad anterior para que te reconozcan con la nueva. Y esto, como vemos en la realidad del día a día, no siempre ocurre.
Sin ir más lejos, salir del armario ya es comunicar un cambio a nivel de identidad; comunicar a la familia la propia identidad LGTBIQ+ implica que los miembros del sistema están invitados a reconocer a la persona con su identidad sentida (que no es nueva, sino la real, pero que requiere un cambio porque nos han educado a vivir desde la identidad heterosexual, por ejemplo).
Salir del armario
Esto es todo un proceso porque el entorno está acostumbrado a mirar desde el prisma de las percepciones, suposiciones e imposiciones que se crean desde fuera (por ejemplo, como un hombre o mujer cis y heterosexual), la sociedad nos mete a todos en un cajón “por defecto” con una identidad “normativa” y presuntamente cisheterosexual hasta que alguien muestra indicios de que eso no es así.
Es diferente si te presentas en un nuevo entorno en el que no se te conoce, ya desde esta nueva identidad, con tu nuevo nombre, por ejemplo. Aquí se supone que no hay percepciones que romper porque no había un historial anteriormente -aunque en el caso anterior, por ejemplo, la LGTBIfobia sí que existe independientemente de que lleguemos nuevxs a un lugar-.
Nuevo nombre, nueva ciudad
Un cambio de identidad puede implicar, por ejemplo, abrazar la identidad de unx como gay, lesbiana, trans, con un nuevo nombre simplemente pero mismo género, como persona ubicada en otro rango del espectro del género no binario o con cualidades diferentes que le hagan a unx identificarse de manera diferente.
La identidad es algo un poco más definitivo que las creencias y los comportamientos. Aquí no estamos hablando a nivel de creer en ideas o valores, es algo intrínseco a la persona y es una identidad sentida, con una pertenencia más fuerte… Que algunas personas no comprenden y en ocasiones se juzga por las portadas sin valorar qué sienten realmente quienes tenemos delante.
Un cambio de identidad puede conllevar un set nuevo de creencias, valores, estilo de vida, una nueva manera de hacer las cosas, y, en definitiva, una apariencia nueva. Y nadie somos nadie para deslegitimar a alguien de quien siente que es realmente.
Puedes parchear la identidad nueva con el nombre de la antigua identidad, pero siempre va a haber algo que te una a la anterior y por tanto el cambio no se consumará completamente. La programación subconsciente del cerebro te arrastrará a ti (y a los demás, probablemente) a la firma antigua.
Es por eso que un cambio de nombre puede ser un interesante anclaje con un cambio a nivel de identidad. De esta manera se ejecuta el cambio y se pasa página, dando lugar a la nueva configuración identitaria de esa persona. Hoy en día estamos viendo cómo Netflix está cambiando en todos los créditos de una de sus series, The Umbrella Academy, el deadname de Elliot Page (tras comunicar que era transgénero el pasado diciembre de 2020, han cambiado el nombre que tenía antes por su actual nombre, ya que esa identidad no existe en la actualidad: él es Elliot a todos los efectos).
Un cambio de identidad se lleva cociendo un tiempo, no es algo que ocurra de la noche a la mañana
A veces tampoco hay que pedir opinión a todo el mundo, lo que debería ser es que podamos hacerlo y que la gente nos vaya conociendo con el cambio ya ejecutado, y a por lo siguiente.
Una respuesta a «Cambios a nivel de identidad»
[…] Cambiar de identidad casi siempre implica cambios en los niveles inferiores, y valores está precisamente inmediatamente por debajo. […]