Este artículo forma parte de la serie de posts GENESIS, por ahora formada por:
- Construir destruyendo
Me gustaría hacer hincapié en cómo poner cada verbo delante o detrás puede modificar drásticamente nuestro proceso.
Hoy quiero poner foco en qué pasa cuando centramos nuestras energías en destruir viejas rutinas, viejos hábitos… Centrándonos en bajar peldaños, de la planta 1 a la planta 0.
Podemos empezar identificando ese momento en el que nos damos cuenta de que hay cosas en nuestra vida que ya no nos llevan a donde queríamos inicialmente.
¿El resultado de todo esto?
Deshacernos de lo que no nos vale y quedarnos con un panorama desolador que en primera instancia parecerá infértil, pero todo lo contrario: será la base para luego construir encima.
Pongamos como molde estructural la rueda de la vida, que nos ofrece varias áreas en las que podemos elegir dónde ponemos nuestro foco:
- Salud
- Dinero
- Amor
- Familia
- Profesión
- Desarrollo personal
- Ocio
- Amigos
Cada una de estas áreas tiene un montón de parámetros que hemos ido construyendo en nuestras vidas con el paso de los años.
Y hoy hemos decidido que en algunas de ellas ya hay suficiente. Es hora de destruir.
Pero es un destruir constructivo: quitar elementos de un sitio nos deja espacio para que puedan crecer plantas sanas ahí a partir de ese momento.
Sería algo así como poner límites a comportamientos y relaciones tóxicas, ya sea en un ámbito u en otro.
Y decidir qué quieres a partir de ahora.
Si es en la familia/amigos/ocio, decidir cómo no quieres seguir relacionándote o si quieres seguir relacionándote con X personas.
Salir de relaciones tóxicas familiares puede ser complicado y requiere de mucha fuerza personal para mantener ciertos muros. Pero en ocasiones, es lo más sano: limitar o erradicar contacto con quienes nos hacen mal o sentimos que no nos hacen tanto bien como ellxs creen.
También se puede renovar los votos con personas con las que sí que quieres seguir relacionándote, pero no siempre bajo sus condiciones.
¿Qué crees que es básico para que te apetezca mantener relación con alguien?
Y sobre eso, ver qué sobra. O comunicar que eso ya no va contigo y salir de ahí.
En muchas ocasiones, lo mejor es simplemente alejarse y dejar que el silencio haga el resto. Es una manera de destruir vínculos sin entrar en el drama ni echar más leña al fuego.
En algunos casos, con el tiempo la relación se va enfriando y el campo vuelve a quedar libre para sembrar nuevas formas de relacionarse.
Habrá quienes aboguen por el confrontamiento, pero en algunas ocasiones, no sale rentable para ninguna de las personas… Y cada uno decide cuál es su ritmo.
También mola cuando uno se desahoga y dice las cosas como son. Para esto te propongo el siguiente ejercicio:
Haz una recopilación de personas partícipes en las diferentes áreas de tu vida (arriba descritas) y siéntate delante de un folio por persona (o de un cojín, si te apetece hablarlo mejor) y escribe todo lo que sientas hacia esa persona:
¿Cómo te sientes con ella?
¿Qué le dirías si la tuvieras delante?
¿Hay alguna situación que, según tú, haya detonado esta forma de sentir hacia ella? Aquí puedes entrar en detalles sobre cómo te sientes a raíz de aquello.
¿Necesitas renovar contratos con ella?
¿Quieres que siga formando parte de tu vida a partir de ahora?
¿En esa misma área? ¿O te la llevas a otra?
¿Cómo te gustaría que fuera tu relación con ella a partir de ahora?
- Lo que depende de ti
- Lo que depende de ella (esto ya no lo puedes controlar, pero sí ser consciente de que no depende de ti para «no pedir peras al olmo»)
Importante: No estamos obligados a sentirlo todo con todas las personas de nuestra vida. A veces está bien quitarse sombreros y decir ciao parcialmente.
Pongo mi recapitulación
Hay ocasiones en las que habremos escuchado eso de «Se va a quedar solx». A lo que yo añado que a veces es la mejor opción, porque disfrutar de la soledad y aprender a diseñar conscientemente cómo nos queremos rodear es de lo más constructivo que podemos tener en la vida.
Pongo mi foco en destruir las torres que me impiden llevar una vida sostenible para construir casas más bajitas en las que pueda vivir más a gusto.
Fotografía por Alora Griffiths