El instinto creativo es esa fuerza que está dentro de ti, ese impulso que te lleva a crear. Desde la nada.
Es esa inspiración, ese fuego. Ese arranque del cerebro reptiliano de coger cosas con las manos, de pulsar timbres, botones, el móvil… De coger y con el cuerpo moverte e ir a por otra cosa.
El instinto creativo es ese impulso de construir cosas.
Es ese impulso de hacer cosas.
Ese impulso de coger un cuaderno y un lápiz y escribir o pintar. No de teclear.
Crear. No analizar.
Es el momento en el que la mente no esta presente. Simplemente haces. Por el mero hecho de disfrutar haciendo algo.
De reirte.
De sacar a la niña o al niño interior.
De hablar y de gritar.
Un cuerpo que «hace cosas». Pero que las hace y «sabe» desde las tripas que eso es así y que está bien. Sin explicarlo desde la mente.
Es esa capacidad de crear sin dar explicaciones ni justificaciones.
No todo en esta vida tiene que estar racionalizado, al contrario de como nos hacen creer.
Simplemente se hace y punto.
Pásate a hacer cosas con las manos
Las manos tienen muchas terminaciones nerviosas y conexiones con la mente. Tienen la habilidad de mantenernos concentrados haciendo algo que se podría hacer «sin pensar», de manera instintiva.
Trabajar con las manos puede resultar menos costoso que hacerlo desde la mente.
Son unas de las puertas al disfrute del cuerpo, una de las áreas a las que llevo a mis coachees cuando están muy atascados mentalmente o emocionalmente.
También puede ser escribir a mano en un diario, dibujar en un cuaderno con lápices de colores mientras te dejas llevar por tu música favorita.
Tocar un instrumento.
El caso es permitir que sean las manos quienes te guíen para crear. Ellas son sabias.
Recoge texturas de tu entorno
Date una vuelta por tu entorno y recoge hojas de árboles, textiles, folios, piedras u otros objetos que te resulten atractivos al tacto.
Es una manera de alimentar este sentido que tantas veces ignoramos, pasando tantas horas pendientes de pantallas o de películas mentales.
Estas texturas te pueden traer inspiración a la hora de crear.
Haz fotos de lo que te llame la atención
Otra forma de seguir la estela del instinto creativo a la hora de hacer de las suyas es coger inspiración visual de todo aquello que te llame la atención.
Puede que más adelante te haya servido haber estado haciendo fotos à gogo a todas esas fachadas de tu ciudad.
De la vista se puede aprender mucho.
Sobre todo porque te da pista de caminos creativos por los que te sientes cómodo/a y que podrías defender en tus proyectos.
Ponte tu música favorita para crear
El poder de la música para canalizar emociones y el instinto creativo es prácticamente inigualable.
Es una de esas cosas que puede transportarte a universos paralelos y conseguir que ese proyecto que no te salía, al final sea una fucking obra de arte.
Ponte alguna playlist que te anime a crear y dale alegría a tu instinto, Macarena.
Amortiza la grabadora de sonidos de tu móvil
La grabadora de sonidos de mi móvil a veces echa humo: le he confesado un montón de historias que luego se han podido convertir en artículos, productos o servicios.
La gracia de contárselo a la grabadora es que nadie te va a interrumpir y tampoco se saben lo que vas a decir.
De hecho, a lo mejor ni tú sabes de lo que vas a hablar.
Es una vía de creación desde el instinto, sin planificar mentalmente.
La información sale desde otro lugar más instintivo que si te sientas delante del ordenador a teclear con los dedos.
No has tenido que elaborar previamente desde la mente el mensaje. Tú di lo primero que te venga. Sin filtros.
Si estás atascado y no sabes qué escribir, cuéntaselo a la grabadora.
Como con las manos, con la voz existe una conexión muy fuerte hacia el instinto creativo.
Salen cosas que puedes llegar a decir que «no sabes de dónde has sacado eso».
O puedes grabar sonidos de la calle que te parezcan curiosos.
Luego te puedes hacer una playlist casera de ASMR:
El término ASMR (del inglés Autonomous Sensory Meridian Response, «Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma») es un neologismo que hace referencia a una experiencia caracterizada por una sensación estática u hormigueo en la piel que normalmente comienza en el cuero cabelludo y recorre la parte posterior del cuello y la parte superior de la columna vertebral. Se ha comparado con la sinestesia auditiva táctil y puede solaparse con el escalofrío.
Se trata de una experiencia subjetiva de «euforia de bajo grado», caracterizada por «una combinación de sentimientos positivos y una sensación de hormigueo estático en la piel». Se desencadena más comúnmente por estímulos auditivos o visuales, y menos comúnmente por el control de la atención intencional.
Wikipedia
Déjate llevar por los olores que captes en tu entorno
Tápate los ojos y date una vuelta por tu casa, tu terraza o jardín, a la caza de olores que se te pasen en el día a día.
También puedes salir a la calle o a un parque o jardín para conseguir esto, pero con los ojos abiertos, que no queremos sustos.
A veces es increíble la cantidad de olores que se nos pasan por alto en el día a día por lo mismo: no estamos conectados conscientemente con nuestro cuerpo y nuestro entorno.
También puedes abrir el armario de las especias e ir una por una, entrenando a tu olfato.
Dale voz a eso que sientes y piensas
Más allá de escribir tus movidas en un cuaderno, vuelvo a lo de antes: habla y suéltalo. La clave aquí es que le pongas sonido a todo eso que ocurre dentro de tu cuerpo y mente.
Materializa tus pensamientos y emociones en un sonido.
El sonido ya son ondas vibratorias, los pensamientos no.
Muévete
Coge toda esa energía que hay dentro de tu cuerpo y menéala.
Baila.
Anda.
Pero date un meneo. Que el instinto pueda hacer un recorrido más allá de la mente, por el espacio físico.
Ama tu caos
No todo es «portarse bien», haciendo las cosas de manera correcta y eficaz, según nos han educado o contado.
La vida tiene más de dos colores y estás aquí para poder darle caña a tu cuerpo y disfrutar de todo tu potencial y de las múltiples dimensiones que te ofrece la vida, tanto a nivel cognitivo, como emocional, físico y espiritual.
Estás aquí para despertar tu creatividad y ser libre. Con tu caos y con tu orden.
Permítete salirte de las líneas preestablecidas.
El instinto creativo no es rígido
Si vas por la vida con muchas contracturas, revisa si no es que tu mente te da demasiadas pautas y rigidez.
En la línea con los meneos, atrévete a fluir un poco, a soltar toda esa rigidez mental y física.
Cuestiónate las órdenes que sospeches que puedan venir desde la rigidez, tanto tuyas propias -que a veces son las más invisibles- como de los demás.
El instinto creativo no es cuadriculado ni simétrico
Atrévete a pintar con diferentes rotuladores de diferentes grosores y colores.
A dibujar formas asimétricas.
A salirte de la cuadrícula de vez en cuando.
Disfruta de los accidentes del paisaje. De las manchas y de las imperfecciones.
Suéltate la melena.
***
Escucha a tus tripas y déjate llevar.
Sin explicaciones desde el juez mental.
A lo mejor llegas a conclusiones más interesantes que escuchando a la mente.
El Faro de la Isla Bodie está ubicado a seis kilómetros al norte de Oregon Inlet, en Nags Head, un pueblo del Condado de Dare, en la Costa Marítima Nacional del Cabo Hatteras, dentro de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Se encendió por primera vez en el año 1872 y fue automatizado en 1940.
Su base fue realizada con escombros y granito mientras que la torre, de forma cónica, se construyó con ladrillos, piedra y hierro fundido. Mide 48 metros de alto y su luz tiene un alcance de treinta y tres kilómetros.
El actual es el tercero de los faros que hubo en la isla sobre los Bancos Externos, para avisar de su presencia.
Los Bancos Externos (o Outer Banks) son una cadena de islas (de 320 km) que cubre la mitad de la costa de Carolina del Norte. Las islas separan los estrechos de Currituck, Albemarle, y Pamlico del Océano Atlántico.
Se renovó totalmente en el año 2012 y se reabrió al público al comenzar 2013.
En el interior una larga escalera caracol metálica lleva hacia lo alto de la torre, donde están el muelle de observación y la gran linterna, la cual titila con intervalos de 2,5 segundos.
Puedes comprar tu entrada para visitarlo aquí.
Faro de la Isla Bodie
Photo by Clay Banks on Unsplash
Una respuesta a «El instinto creativo»
Me ha encantado la historia del faro de la Isla Bodie. Es curioso: en el parvulario nos enseñan a no salirnos de las líneas cuando aprendemos a colorear. Cuando crecemos, ese piloto automático de «no te salgas de la línea» es, muchas veces, la causa de nuestra ansiedad y estrés.