Cuando tienes espacio para reflexionar en tu vida puedes limpiarla y entrar en aspectos que antes no podías ver por la falta de espacio, tiempo, ganas, dinero o una combinación de todas las anteriores. Así que para combartir eso, hoy te propongo que te bloquees un par de horas para invertirlas en ti y que enciendas la linterna.
Encontrar el rumbo de la brújula no es fácil cuando vivimos en un mundo lleno de estímulos que lo que hacen es generar más niebla alrededor y no nos permiten vislumbrar ni el norte, ni el sur, ni los barcos invasores que se acercan furtivamente por el horizonte.
En esta primera hora de retiro contigo mismo/a, te invito a que te pongas una música que te conecte con tu mejor versión (y a ser posible el móvil en modo avión).
Ocúpate del siguiente tema preguntándote:
¿Hacia dónde quieres ir?
Disfruta visualizando hacia dónde quieres ir, pasando ratos con los detalles.
Puede que inicialmente no te venga nada, o que pienses que ta estás yendo por donde te gustaría.
Las primeras ideas que pasen por tu cabeza no suelen ser las mejores.
Date otra vuelta.
Pregúntatelo de nuevo:
¿Hacia dónde quiero ir?
Puede que respondiendo más veces encuentres respuestas sorprendentes.
La primera hora es un recopilatorio en un papel de rumbos que te gustaría poner en la brújula.
Luego ya veremos si puedes conseguirlo o no.
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La segunda hora de trabajo con unx mismx consiste en levantarse de donde estás sentado y sentarte en otro lugar, para revisar desde una posición más analítica dónde están tus dispersiones actualmente.
Hazte otra lista, pero esta vez de elementos que te dispersan o te alejan de esa dirección que acabas de definir en la hora anterior.
El objetivo es que puedas ponerte en marcha hacia esa dirección:
¿Por dónde puedes empezar eliminando o reduciendo una dispersión que te aleje de ello esta semana?
Fotografía de Mick Haupt en Unsplash