El instinto es eso primario que nos sale de las entrañas. Puede ser un concepto un tanto abstracto pero cuando hacemos desde ahí una fuerza diferente emana de nuestros cuerpos.
Dependiendo del carácter de cada uno, este instinto puede estar más o menos bloqueado, pero hay modos de desbloquearlo: una forma bastante sencilla sería comprobar cuándo en nuestro día a día actuamos más desde el cuerpo, sin pasarlo tanto por la cabeza y los pensamientos. Y una vez identificado el porcentaje, pasar a la acción y aumentar en actividades instintivas que nos saquen un poquito de la mente.