A veces las cosas no salen como unx quiere.
La prueba está en que un virus ha modificado la vida de todo el planeta en muy poco tiempo.
A todxs nos ha trastocado los planes de vida, de un modo u otro, pero no nos queda otra que aceptar lo que hay, abrazar los cambios que están viniendo y agradecer lo que tenemos aquí y ahora.
El sufrimiento es muchas veces resistencia a las cartas que unx no quiere aceptar que se pongan sobre la mesa. También se puede elegir soltar esa resistencia y aceptar que a lo mejor ha tenido que ser así, disfrutar con lo que sí se tiene y no estar tanto mirando el jardín del vecino.
Agradecer a quienes tenemos a nuestro alrededor por estar apoyándonos en la vida. Agradecer tener un lugar para depositar nuestras raíces.
Enterrar el juicio, el rencor y las ganas de cambiar situaciones que no nos gustan. Si se han dado las cosas así, alguna lección se puede aprender.
«Lo que resistes, persiste. Lo que aceptas, te transforma»
Carl Jung
Querer cambiarlo todo puede alejarnos de aceptar el momento presente.
Cambio de trabajo, cambio de residencia, cambio de pareja, cambio de ropa… Puede ser un movimiento de escapada hacia obtener un presente mejor en un futuro que nadie garantiza que vaya a ser mejor, realmente.
Lo mismo con esa ropa nueva vuelves a sentir eso que ya sentías con la vieja y… Menudo desembolso en trapitos nuevos para volver al mismo sitio.
Los cambios pueden venir de cambiar lo externo, pero son más profundos cuando vienen de un cambio interno.
Un cambio que debe hacer click a nivel interior y consolidarse a un ritmo mucho más lento que un simple cambio de trabajo o de dieta. Tiene que reposar durante un periodo más largo.
La propuesta aquí sería trabajar un poco la aceptación: día tras día, agradecer lo que eres, lo que tienes y lo que has hecho hasta llegar hasta donde estás hoy.
Reconocer que si hay una situación que te cuesta, aceptar qué dificultades a la transformación hay, qué te resistes a renunciar de ti. Reconocer qué es aquello a lo que no quieres abrirte a aprender, qué se te está poniendo sobre la mesa que no quieres tocar.
Aceptar · Abrazar · Agradecer
Fotografía de Daniel Vázquez
2 respuestas a «Lo que hay está bien»
Excelente artículo 🙂
Gracias, Alba 🙂