Hoy vengo a traeros un sistema que puede mejorar vuestro día a día.
Para acompañarnos a llevar mejor este camino de transformación personal, quiero hablarte de la sabiduría tolteca:
Se llama toltequidad (en náhuatl, tōl-tēca-yō-tl, transcrito como toltecáyotl) al conjunto de elementos culturales que desde el siglo XX se conocen como Mesoamérica. En general, es una recuperación de la filosofía precolombina, apoyados en el papel de Tollan y Quetzalcóatl, en la mitología de Mesoamérica.
Principalmente se refiere a un texto de Miguel León Portilla, quien dice que la toltecáyotl era un conocimiento que se extendió a lo largo y ancho de Mesoamérica a partir de la ciudad de Teotihuacan.
La toltecáyotl es, entonces, una reconstrucción de las tradiciones culturales que compartieron los pueblos del Anahuac náhuatl a partir de varias fuentes históricas, pero no se cuenta con un registro específico de ella ni consta la manera en que esta filosofía se traducía en la vida cotidiana de los antiguos nahuas. El primer diccionario de la lengua náhuatl, redactado en el siglo XVI por Fray Alonso de Molina, traduce el término toltecayotl como ‘maestría de arte mecánica’.
Wikipedia
Don Miguel Ruiz publicó en 1997 el que es ahora uno de los grandes bestsellers mundiales del crecimiento personal, Los cuatro acuerdos. Es el recurso de hoy, así que más abajo te cuento en qué consisten.
Autor, escritor y orador mexicano de textos y temas espiritualistas o neochamanísticos, Ruiz en su obra reflejaba que el ser humano puede conseguir la libertad emocional a partir de deshacer creencias limitantes que nos producen sufrimiento y bloqueos en la vida. Me va cuadrando con lo que otros autores de diferentes enfoques y épocas han ido constantanto, muy en esa línea.
Una creencia limitante es aquella que no nos permite crecer en la dirección que queremos… Y a lo mejor la hemos aprendido en casa cuando teníamos tres años. Así de jodido y también, por suerte, hoy en día tenemos herramientas para poder librarnos de ellas con consciencia y constancia.
Pocas herramientas hay actualmente que consigan eliminar creencias limitantes de un solo golpe: algunos hablan de la hipnosis o de ciertas plantas, otros optan por el camino de la medicación farmacológica (que solo suele tapar los problemas debajo de la alfombra: el trabajo de cambio de creencias hay que hacerlo a dedo y conscientemente, a la par que lo otro) y otros por el trabajo semanal de terapias de psicoanálisis bajo diferentes corrientes, algunas más científicas y otras más humanistas: lo que está claro es que no hay nada inamovible y estas creencias se pueden cambiar por otras nuevas que nos potencien nuestra luz.
Lo que encontraréis a continuación es una manera de acercarnos a la hipótesis de mar en calma a cada acción que llevemos a cabo y pongamos en duda a estas creencias limitantes… Y así poco a poco ir diseñando un estilo de vida más asertivo y menos reactivo, abrirnos a ver otras posibilidades. Para cambiar creencias limitantes creo que es más adecuado que cada uno bajo su propia responsabilidad elija su terapia favorita y haga el trabajo por su cuenta (o con su terapeuta).
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Los cuatro acuerdos
Este sistema operativo para vivir lo aprendí del libro Los cuatro acuerdos de Don Miguel Ruiz. Te recomiendo esta ligera lectura de 142 páginas en la que profundizarás sobre la sabiduría tolteca, de la encontrarás alguna pincelada en el post. Enjoy.
- Que tu palabra sea impecable
Habla con integridad. Di solo lo que quieres decir, sin dobles sentidos (sobre el uso del humor, las metáforas y las figuras retóricas para enmascarar hablaré en otro post, esto da para bastante y son años de trabajo personal si uno quiere liberarse de ese piloto automático). Evita usar tu palabra para hablar en tu contra o para cotillear sobre otrxs. Usa el poder de tu palabra en la dirección de la verdad y del amor. Uno recibe lo que da. - No te tomes nada de forma personal
Nada de lo que los demás digan o hagan es «por ti». Lo que otros dicen y hacen es una proyección de su propia realidad, su propia película, sueño -o pesadilla-. ¿Acaso saben ellos quién eres tú realmente? Eso que conocen de ti es también su percepción, no están dentro de ti. La inmunidad a las opiniones y acciones de los demás nos permiten una solidez personal increíble y facilitan que dejemos de ser víctimas de sufrimiento innecesario. - No hagas suposiciones
Encuentra el valor para hacer las preguntas que sean necesarias a la otra persona con el fin de aclarar una situación que te ha molestado (no eres el centro del universo, y le pueden haber pasado mil cosas si ha llegado tarde a la cita). Comunícate con los demás tan claramente como puedas, con el fin de evitar malentendidos, tristeza y dramas que nadie ha pagado para ver. Solo con este acuerdo, puedes hacer una transformación interesantísima con tu vida… Bastantes de los malentendidos de la historia empiezan por «Es que yo pensaba que tú…». - Hazlo todo lo mejor que puedas
Ese «lo mejor» va a cambiar cada día y no siempre tendrás ganas; será diferente cuando estés enfermo que cuando estés sano. Bajo cualquier circunstancia, simplemente da lo mejor que tengas y evitarás autojuicio, automaltrato y autolamentos.
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¿Cómo puedes aplicar los cuatro acuerdos en tu vida diaria?
Fotografía de Daniel Vázquez