Hace tiempo me pasó algo muy curioso: estaba en una tienda con una amiga y en una de estas que una chica al otro lado del pasillo estornudó, a lo que yo le contesté “¡Jesús!”, sin conocerla previamente. Las dos se me quedaron mirando con cara de sorpresa y se rieron. La chica en cuestión me dio las gracias con una sonrisa, no se lo esperaba.
Esta historia no me parecería algo fuera de lo común normalmente, pero en la era digital en la que estamos este tipo de comportamientos se están perdiendo (sobre todo en las ciudades). Estaría muy bien que de vez en cuando interactuáramos con el vecino y le dejemos caer que hay algo más allá de las pantallas.
Hay una gran parte de la población que vive en algo parecido a un “piloto automático”, asumiendo que las personas a su alrededor son máquinas sin sentimientos. Cambiemos eso.
Me parece que ahora hacen falta más comportamientos como este: ir por la calle y estar abiertos a poder preguntarle la hora a alguien sin morir de la vergüenza, saludar a los conductores de los autobuses, reconociendo su labor al servicio de que tú y muchos otros puedan llegar a sus destinos.
Si fuéramos todos un poquito más humanos en nuestro día a día, yo creo que todo nos iría un poquito mejor. No hablo de «cambiar el mundo», pero sí podemos empezar cambiando simplemente solo una acción cotidiana de nuestras vidas, en pos de un trato más natural y humano con los demás.
Alejarnos un poco de nuestros móviles y tabletas para estar más con las personas que tenemos a mano físicamente
Al fin y al cabo, somos personas y buscamos que los demás nos acepten y nos quieran, pero quizá nosotros somos los primeros que tenemos que mostrarnos abiertos a la interacción en carne y hueso: a partir de ahí empieza la magia.
Te invito a que rompas un poco el molde de lo que se espera que respondas, pienses o hagas socialmente.
Que dejes a alguien de piedra, que muestres tu humanidad… A lo mejor esto hace que se abran un poco más contigo también.
¿Qué acción nueva vas a hacer en tu día a día para ser más interactivo
con tu entorno?
Fotografía de Yasin Yusuf en Unsplash