Dentro de ti habita tu némesis, esa vocecilla que en algún momento te haya podido decir lo «mal» que lo has hecho y te va recordando todo lo que te falta para llegar a hacerlo «bien».
Este es el primero de los tres artículos de la serie:
«Némesis creativa (1): el miedo (2) y la dispersión (3)»
La némesis creativa podría ser esa entidad que está dentro de ti que te ha podido arrastrar en algún momento hacia el miedo, hacia la dispersión, hacia la procrastinación y/o hacia la anulación creativa.
La archienemiga de tu creatividad.
Luchar contra tu némesis puede ser una tarea interesantemente jodida, desde el punto de vista de que a lo mejor te mete goles y acabas por rendirte a ella.
Y entonces es cuando afirmas «Ah no, yo no soy creativo», por el desgaste que te ha supuesto luchar contra ella históricamente.
Lo primero: prueba a dispararle con un spray suavizador
¿Puedes suavizar un poco las broncas que te echa tu diálogo interno desde el miedo o desde la dispersión?
En el momento en el que detectes que «la bronca» esté sucediendo…
- ¿Qué elemento podrías modificar para rebajar la rigidez de lo que te piden esas voces?
Lo segundo: prueba a desactivar el interruptor entre el «bien» y el «mal»
Las cosas salen de una manera, de otra manera… O de mil más. Cada una tiene lo suyo. Son diferentes resultados.
Están todos en el mismo plano. Podrán existir días con ambos modos intercalándose. Y eso estará bien así.
Podrás ir iterando para mejorar resultados. Sin que sea esto una batalla infernal. Polarizarlos con el bien y el mal no te hace ningún favor.
Otras formas en las que la némesis actúa es animándonos a vivir a 15 minutos de «la bronca»:
- ¿Necesitas 15 minutos porque llegas tarde a los sitios?
- ¿Has fallado a alguna entrega por muy poco, por tener más cosas de la cuenta en la bandeja?
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Aquí una de las posibles estrategias sería una mejor planificación, por ejemplo dejando un poco más de espacio entre la entrega y el ponerte a ello.
Pero también una mayor estrategia de bienestar personal: conseguir estar más tranquilo de cara a encarar retos creativos yo creo que es clave a la hora de que tu némesis no coja la directa y entre la ansiedad non-stop.
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Cuando estudiaba en el colegio, allá por los 90 y principios de los 2000, me dejaba todo para el último día, y luego venían las madre mías.
Veía que tenía mucho que hacer y muy poco tiempo para hacerlo.
Por falta de planificación, al final lo ves todo como un mazacote y es normal que te entre ansiedad por entregar.
Tanta ansiedad que no sabes por dónde empezar, porque tampoco sabes cómo cogerlo porque te da miedo cogerlo.
Y entonces te dispersas (porque tampoco estás enfocado en eso, estas a más cosas). Te vas a la cocina a por galletas. Te pones a mirar Instagram, a ver si la musa estuviera escondida allí.
Y de repente la musa llega, te sientes preparado.
Vuelves on fire al ordenador.
Y lo quieres hacer todo.
Y no puede ser.
No llegas.
Materialmente, hay que sacrificar algo para entregar a tiempo.
Y entonces es cuando no comes, no duermes, no vas a hacer tu ejercicio diario, desatiendes lo demás, te echa la bronca tu pareja porque no has llegado a la mesa cuando estaba la cena caliente y empieza el dominó.
Claves para ganarle la partida a tu némesis creativa y no quemarte:
- Haz una pausa para respirar. Esto que vas a hacer no es cuestión de vida o muerte, probablemente.
- Cierra todas las pestañas del navegador
- Limpia las distracciones (en la oficina, en casa)
- Ponte con la tarea importante y grande. Las demás pequeñas pueden esperar. La que más ansiedad genera es la que necesitamos rebajar.
- Míratela y planifica cuántos días tienes para terminarla, revisarla y entregarla.
- Organízate para tenerlo todo listo para la entrega. Si es necesario, ponte un par de días extra antes de la entrega para «amortigüar».
- Ir poco a poco con ello, sabiendo que entre medias van a poder haber distracciones y que no tenemos un flujo infinito de energía disponible: hay que parar para comer, para otros proyectos, para deporte, para descansar -IMPORTANTE-.
- Resérvate varios bloques de 1h en los que poner el FOCO LÁSER solamente en eso, repartidos a lo largo de la semana.
- Ponte música para crear (anclaje musical; si tienes un disco específico que te lleve a tus picos máximos de creatividad, ponlo en bucle)
- Representa la información en papel, a mano, de maneras diferentes: que se te haga divertido. Luego «solo» es pasarlo a la accion al ordenador. Pero primero que tu instinto creativo juegue con ello.
Dedícate a tu tarea como si fuera un nenúfar con su flor de loto
Las tareas se nos hacen a veces tan grandes porque las queremos atacar de golpe y acabarlas YA.
Esto no es posible.
La némesis está activa con su miedo, con su dispersión y con todas sus armas de destrucción.
Para esto, yo a veces lo que hago es tomarme algo más de tiempo y despliego mi tarea en folios separados en el suelo, para ir atacándolos por partes.
Primero deposítate en el nenúfar (identifica cuál es tu tarea) y después coloca encima lo que será la flor (la semilla con tu organización de la tarea en epígrafes).
Después ve abriendo cada uno de los pétalos (cada uno es un folio, con cada uno de los apartados de tu tarea), hasta que los tengas todos abiertos y con sus desarrollos.
Después te toca ir volviéndolos a cerrar una vez terminados y a pasar todo eso al ordenador. Hasta que desmontas todo y está todo en producción.
El truco aquí está en sentarte delante de tu desafío creativo, o incluso sentarte encima de él, y dejarle claro que no va a poder con tu bienestar.
Nota tu culo en el suelo y siéntete con el poder de la situación:
Ni el miedo ni la dispersión son reales.
Simplemente tu némesis creativa te está atacando como puede y sabe. Te está intentando bloquear para que no crees.
Pero tú tienes un plan.
Fotografía de Daniel Vázquez