Hoy me apetece profundizar sobre el concepto de familia adquirida. Esa familia que vamos construyendo con los años con nuestros amigos y personas que se cruzan en nuestro camino, afines a nuestro sentir. Lo que se construye ahí es un entorno seguro donde puedes decir o hacer sin miedo a que te rechacen.
A veces es curioso cómo te crees que estás en Ohana y alguien hace (o tú mismo) algo que deja en claro que por ahí no es. Ahí es cuando a muchos nos entra el dolor porque no coinciden los valores (o nos hemos hecho a unas expectativas equivocadas).
Pero está bien que nos podamos poner en valor y reafirmarnos, no caer en ese vínculo que nos fuerza a quitarnos nuestros valores, por esos otros que no son los nuestros esencialmente.
Podemos irnos y no seguir alimentando ese vínculo si vemos que por ahí no se respetan nuestros valores o ideales. Sin hacer drama de ello. Tú por tu lado y yo por el mío.
Me gustaría rescatar el concepto hawaiano de Ohana:
En la cultura hawaiana ohana (en hawaiano: ʻohana) significa familia y la familia nunca te abandona ni te olvida, incluyendo parientes de sangre, adoptados o intencionales. Se enfatiza en que la familia están atados juntos y los miembros deben cooperar y recordarse entre sí. Así pues, la familia hawaiana u «ohana» puede consistir en miembros apreciados que no formen parte de lo que típicamente se conoce como familia. Un grupo entero de amigos íntimos también puede ser su propia ohana si viven juntos.
El término es similar en significado y uso al término maorí whānau de Nueva Zelanda, y su cognado en maorí es kōhanga, que significa «nido».
Wikipedia
Si nos vamos a la cultura popular, encontraremos al entrañable Stitch en la mítica Lilo & Stitch (Walt Disney Pictures, 2002). Nos demuestra el poder que puede tener tan solo un amigo o persona a tu lado que sí crea en ti y en tus sueños. Claro que aquí muy bonitas pueden ser las películas. Precisamente veníamos de limpiar el videoclub. Vaaaale. Pero quedémonos con que es adorable.
Ohana, a mi entender, es un concepto que va más allá de la familia. Va sobre aportar a la comunidad en la que convives.
Va sobre contribuir.
Son esas uniones culturales y de lealtad que hay entre las personas. Si esto fuera química (que lo es un poco), podríamos ver los enlaces covalentes entre los átomos y demás movidas… Cómo cuando hacemos cosas que al otro le van bien, estos enlaces se fortalecen.
Es ese sentimiento especial de comunidad.
Es el tejido invisible subyacente en los fandoms de determinadas series, videojuegos, sagas de películas.
Es toda esa camaradería entre aficionados a un estilo de música.
Amor intertribal.
Puede haber más de una ohana, que podamos entrar y salir de ella: disfrutar un poco con cada grupo.
Todo esto lo podemos enlazar con nuestro propósito en la vida. Yo por ejemplo, tengo claro que quiero ser fiel a mis valores e ideas, acompañando al mundo a ser más consciente. Puede que este propósito me aleje del día a día de otras personas que no estén alineadas a mi propósito, pero sin duda estoy convencido de que me acercará a otras. Y les doy las gracias por estar ahí.
Puntos que influyen en que un lugar pueda ser convertido en “Ohana Coffee”:
- Que hablando sencillo te entiendas y no tengas que darle a cada mensaje 37 vueltas para enviárselo.
- Que no haya que justificarse si algo no te gusta. El otro lo puede entender.
- Nadie sabe más que nadie, no hay gurús.
- Respétame con lo que tengo, no me cambies la canción sin preguntar y sobreescribiendo mis valores.
- Los milenials y generación Z somos todos muy de crecimiento personal autodidacta y llevamos muchos una vida apasionante, llena de placeres cotidianos. Confía en lo que yo ya sé. No me vengas a venderme “que tienes la clave para mi bienestar” ni “mi salvación, mi mejor amigo”. ¿Tú qué sabes si en mi camino ya he encontrado mis fórmulas?
En definitiva, yo creo que es todo un proceso de encontrar un sitio donde hablar entre iguales, donde no se pongan ni por encima ni por debajo; casi siempre va a haber alguien que con sus creencias venga a reformar el mundo para que todos hagan lo que él dice.
Algo en lo que llevo un tiempo pensando también es en que hay vínculos luminosos y vínculos no tan luminosos, entre personas y grupos. En los vínculos creados desde el placer y el disfrute, no suele haber monotemas comunes vinculantes anclados en la queja.
Por ahí hace tiempo escuché que hay gente que habla sobre ideas, gente que habla sobre proyectos y hay gente que habla sobre las vidas de otras personas.
Si hablamos de ohana tenemos que introducir un campo que me apasiona y es la sistémica, que en terapias como la gestalt, coaching y algunos enfoques más, se tiene muy en cuenta a la hora de reparar vínculos.
Existen tres leyes sistémicas:
1ª ley sistémica – Ley de pertenencia
Esta ley nos propone que todos los elementos de un sistema tienen derecho propio a formar parte del mismo, y por ende, a que se les reconozca y valore.
2ª ley sistémica – Ley del orden jerárquico
La segunda nos cuenta que cada elemento del sistema tiene su lugar y posición según su orden jerárquico. Todos los elementos tienen derecho a pertenecer, pero cada uno tiene su importancia y su lugar con respecto a los demás y con respecto a los objetivos del sistema.
La jerarquía entre elementos se genera habitualmente en función de cuatro factores:
1 – La importancia con respecto al objetivo
2 – El orden de llegada, es decir, la antigüedad
3 – Especificaciones especiales del elemento
4 – Compromiso o vinculación
3ª ley sistémica – Ley del equilibrio entre dar y recibir
El intercambio energético (dar y recibir) entre todos los elementos del sistema debe estar en equilibrio.
Lo interesante es que pueda haber un equilibrio dinámico: procurar dar un poquito más de lo que recibes, para mantener relaciones fructíferas. Primero centrarnos en el servicio.
***
El ejercicio que os planteo hoy es un navegador de ohanas. Os presento:
Ohana finder
Hoy te voy a proponer que llames a alguien con quien hayas compartido mesa en algún «Ohana Coffee» a lo largo de tu vida y que hace tiempo que quieres llamar pero no te atreves porque *inserta aquí tu película*.
A lo mejor es una película tuya que te has montado, no tiene por qué ser la de él/ella.
No hace falta que le cuentes un motivo para llamar. Esta llamada es aleatoria, porque te apetece saludar. Y déjate llevar por la conexión. Lo mismo te sorprende lo que escuchas, y podéis volver a Ohana Coffee más a menudo.
Ya me contarás qué tal en los comentarios y si has limpiado un poquito tu videoclub 🙂
Fotografía de Jakob Owens en Unsplash
3 respuestas a ««Ohana» significa familia»
Me encanta Dani ! No conocía el concepto y haces que sea inteligible. Espero que nos sigas proporcionando post tan interesantes como este y que el proyecto prospere como deseas 💪🏻❤️
Gracias, Cristina 🙂
Me alegro de que te haya parecido interesante!
Ahí vamos, poco a poco iremos haciendo <3
[…] por la covid, justamente hablando sobre este concepto, en el formato de la palabra hawaiana Ohana. Me gustaría hacer una segunda aproximación desde lo que supone crear comunidades y tribus en […]