El silencio habla, de Eckhart Tolle, es un libro que publicó después de su bestseller El poder del ahora y de Un mundo nuevo, ahora, y que ofrece un viaje diferente hacia la esencia. Esta vez más basado en el silencio, la quietud y en el reposo en esos huecos entre todo lo que vamos haciendo en nuestras vidas (reposo que en muchos momentos de nuestras vidas puede no llegar a existir).
Este libro utiliza frases y pasajes que al ser leídos harán surgir reflexión en sus lectores. Pueden ser pensamientos, emociones o instintos… Pero no pensamientos repetitivos, ruidosos o narcisistas que alimenten el ego, sino vías de vaciar la mente y entrar un poquito más en paz con uno mismo.
Puedes utilizar esta lectura como una forma de cazar a tu ego y disfrutar ordenando ideas, comportamientos, valores y creencias.
Habla de potenciar el poder del silencio y de la quietud. A lo largo del libro, como una de sus herramientas básicas, invita al lector a que pare después de determinados pasajes indicados con asteriscos… Y te lleves lo leído a reposar. No está diseñado como un libro para ser leído de un tirón, porque te pierdes todo el chupchup y los posos que van dejando los aprendizajes que se van sucediendo en la obra entre pasaje y pasaje.
Al contrario que otros libros que potencian el ego y engrandecen a las personas invitándolas a que se miren a sí mismas, este es una invitación, en la línea del estilo del propio autor, a evolucionar como personas, a desidentificarnos un poco del ego y a que sea un “mira más allá de ti”, utilizando la quietud o el silencio, que tienen el poder de llevarte un poco más lejos en búsqueda de lo esencial.
Entrar en la quietud para eliminar ruidos y quitar elementos que puedan estar distrayendo en su vida a la propia persona.
Como comentaba antes, el punto fuerte de este libro es que se complemente con momentos de “no lectura”, en los que podamos irnos a vivir “con los contenidos puestos”, siendo masticados por el subconsciente; vivir un poquito más de reflexión e ir más despacio para encontrar insights potentes de uno mismo.
No es un libro estrictamente de contenidos teóricos, es más como mover una cucharita en una taza de café para ir preparando una nueva mezcla con los ingredientes que ya existen en nuestras vidas.
Esos momentos en los que con la cucharita golpeamos y hacemos clin clin clin en los interiores de la taza a cada vuelta también son fructíferos… Es una lectura en prosa que se disfruta mucho porque ya el mero hecho de leerlo es una meditación sobre el silencio, sobre la quietud, sobre el ahora, sobre relaciones y, en definitiva, sobre rendirse a lo que sí tenemos en nuestras vidas, más que estar todo el rato enfocándonos en el contenido que nos falta para ser felices.
Yo, personalmente, cuando entro en estos momentos de quietud y de observar lo que hay en el ahora, y tengo una infusión delante, me gusta mucho subir y bajar la bolsita de la infusión y dejar que dé vueltas sobre sí misma sobrevolando la taza. Son momentos de empanarme mirando a la bolsita de té… En los que se descarga mi mente. Pues bien, leer este libro es un poco así.
El silencio habla te invita a que tengas momentos contigo, pero momentos de calidad. Quizá es una lectura ideal para esos breaks en los que no estamos haciendo nada en concreto, o en la mesilla de noche para irse a dormir después de descargar un poco la mente y bucear en un libro que te lleve a bajar revoluciones.
Una invitación a hacer desde otro lugar, a tomar acción en nuestras vidas y a no quedarnos observando en piloto automático cómo nuestro ego va de casa al trabajo y al gimnasio y a casa otra vez.
Las recomendaciones de Eckhart Tolle no son para ser recibidas y puestas en práctica todas a pies juntillas, sino para recibirlas y en función de lo que resuene con unx, ir hacia allá o no. Somos libres de no revisar lo que no queramos.
Lo que aprendí yo con este libro es a pausar un poco el ritmo de mi día a día y a valorar cómo de importante es observar también el silencio, el espacio entre las actividades que vamos realizando durante el día…
Me ha ayudado a espaciar un poco mi respiración y a dejar que los días puedan estar abiertos a las sorpresas y a no tenerlo todo controlado desde los mandos del ego y del control cognitivo de todo lo que ocurre de manera rutinaria y casi casi inconscientemente.
Es una lectura con gusto y creo que es un libro no tan conocido de Eckhart, o al menos no tanto como sus obras anteriores El poder del ahora o Un mundo nuevo, ahora.
Fotografía de davide ragusa