Seguir al rebaño y hacer caso a las opiniones de los demás es de lo más fácil. No todos estamos preparados de la misma manera para lo que algunos llaman «confiar en el propio ego» y seguir a tu voz interior… Cuando además tu voz interior a veces también te dice que no, que mejor seguir al rebaño.
Por ahí leí hace tiempo que todos los que tienen un proyecto/empresa tienen que tener algo de ego y creer lo suficiente en sus ideas como para seguir adelante y defenderlas. Se requiere también de un cierto «amor propio» y de «amor hacia la propia locura» (en el buen sentido), que a veces pueden ser atropellados por la vulnerabilidad ante lo que nos dicen los demás, el síndrome del impostor y los fracasos.