Bienvenido a Väsen, el primer especial de Pongo mi foco. Aquí se hablará sobre esencia, lo importante en el minimalismo: todo aquello que nos hace estar más enraizados con la vida, más estables y más cerquita de lo que somos, nuestro núcleo. Eso que no cambia, que nos acompaña siempre, tengamos la edad que tengamos. Como por ejemplo, la sonrisa y nuestras facciones.
[ Si vas con prisa, al final del post encontrarás los recursos y el resumen ]
Väsen significa esencia en sueco.
También es una banda de folk sueca y un jarrón de IKEA
Pero… ¿Qué es la esencia? Para empezar, nos ceñiremos un poco a describir lo que nos dicen del minimalismo y las bases sobre las que se fue construyendo:
En su ámbito más general, es la tendencia a reducir a lo esencial, a despojar de elementos sobrantes. La frase que resume la filosofía minimalista es la famosa «menos es más», atribuida al arquitecto moderno Mies Van der Rohe. Es la traducción del término inglés minimalism, puesto que surge en los Estados Unidos a comienzos de la década de 1960, continuando la tradición geométrica estadounidense y reaccionando contra el abusivo predominio de las corrientes realistas y el arte pop por parte de museos y coleccionistas.
Wikipedia
Unos de los mayores impulsores del minimalismo como estilo de vida en el siglo XXI son The Minimalists, lo están acercando bastante a las masas: Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus. Puedes ver su documental en Netflix aquí.
Si hablamos de minimalismo, también hay que hablar de esencialismo, ya que ambos enfoques hablan de la esencia:
El esencialismo es un término que engloba las doctrinas ocupadas en describir la esencia, lo que hace que un ser sea lo que es, por oposición a las contingencias —lo que es accidental, cuya ausencia no cuestiona la naturaleza de este ser—, la condición o la identidad del objeto o individuo. El esencialismo ha sido controvertido desde sus comienzos. Tanto Sócrates como Platón ya cuestionaron la noción al sugerir, en el Parménides, que «si aceptamos la idea de que cada cosa o acción participa de una esencia, entonces también debemos aceptar la «existencia de esencias separadas» para sus componentes».
Wikipedia
Si te interesa el esencialismo observado desde un prisma contemporáneo y pasar un poco de filósofos, puedes leer más por aquí; Greg Mckeown publicó un libro con su aproximación al tema en 2011 que puedes hojear un poco en Google Books.
Tanto el minimalismo como el esencialismo persiguen que vivamos desde la esencia, pero tienen ligeras diferencias de enfoque: el primero se ocupa del proceso de reducir elementos hasta llegar a la esencia, y el segundo se enfoca en describir esta última. Tiene sentido entonces hacer alquimia de estas dos disciplinas.
Una manera de describir la esencia personal que se me ocurre a mí podría ser:
Esa semilla que todos tenemos en nuestro interior con la información básica de quiénes somos, de dónde venimos, cuál es nuestro ADN, los valores por los que apostamos y qué potenciales tenemos.
A qué nos dedicamos no lo metería en la esencia, ya que esto es algo circunstancial que nos hemos ido añadiendo con formaciones y necesidades varias. Sí que pondría el propósito y/o la vocación. No obstante, el propósito en algunas personas coincide con su profesión, puede que accidental o conscientemente.
A lo largo de la vida las personas acumulamos mucha información y objetos a nuestro alrededor, que… si nos paramos a observar después de 10 o 20 años de inercia, podríamos llegar a pensar: «Uy, aquí habría que hacer algo para volver a lo esencial».
Este proceso de limpieza consta de su parte offline y su parte online. Hoy nos quedamos en el minimalismo digital para abrir el monográfico.
***
Me propuse hace tiempo hacer un cribado de ruido en mi vida para vivir en paz. Como resultado de ello, llevo más de seis meses en un concienzudo viaje de integración, limpieza y orden, tanto interno como externo. A día de hoy me falta algo de camino aún, pero ahí estoy.
Me apetece compartir mi proceso por dos motivos:
- No quedarme para mí todo lo que estoy integrando
- Poder inspirar a otros que también estén en proceso de limpieza personal
Los que me conocen saben que uno de mis alter egos podría ser «Dani Cuentas«, porque siempre he tenido mil cuentas para todo: he vivido muy ramificado con mil proyectos e identidades digitales desde que empecé mis andaduras creativas online allá por 2001. Mi dispersión se ha cargado intentos de masterizar áreas y de «vivir esencialmente» en varias ocasiones.
Este 2020 me he decidido a revertir esa tendencia y a integrar todo lo que tengo, con el objetivo de ser solo una versión y descartar posibilidades de brillantes futuros que nunca llegan. Un ejercicio de coherencia interna que me está librando de muchas películas mentales para conseguir algo muy chulo: acabar con el «personaje digital» (esa idea del inconsciente colectivo de que «en internet la gente tiene que ser lo que no es en la vida real») y ser el mismo dentro y fuera.
Esto requiere de un trabajo de selección de información y de darle forma a la esencia online, que repercutirá en la esencia offline (y viceversa).
***
19 años de vida online que estoy integrando para llegar a quedarme con lo que yo considero esencial como autónomo con negocio propio:
- 1 e-mail personal
- 2 e-mails profesionales (1 unipersonal, 1 genérico -info arroba empresa.com-)
- 3 perfiles en Instagram (1 personal, 1 negocio, 1 side project)
- 1 perfil personal + 2 páginas profesionales en Facebook
- 3 perfiles en Twitter (1 personal, 1 negocio, 1 side project)
- 1 Google Drive personal
- 1 Google Drive de trabajo
- 1 perfil unipersonal + 1 página de empresa en Linkedin
Y luego una serie de hábitos digitales que me consta que algunxs farerxs ya practican y les van muy bien:
- Mínimo posible de apps en móvil y ordenador
- Carpeta de Downloads del ordenador vacía
- Carpetas de Recibidos de los mails vacías
- Carpetas de dispositivos móviles vacías (la nube es nuestra amiga)
- Escritorios de dispositivos más o menos despejados
Este es el objetivo al que a mí me gustaría llegar en los próximos meses. Por ahora he conseguido ya algunos puntos (las cuentas personales, las cuentas profesionales, la separación en solo dos Drives y los escritorios).
Cada uno viene con el historial digital que viene -según su generación, profesión y/o aficiones- y a algunos nos cuesta más llegar al final de la simplificación porque nos hemos ramificado más por el camino.
Borrar de golpe todo el contenido de las cuentas, eliminarlas y crear 3 cuentas nuevas vacías sería la vía fácil.
Yo soy de los que piensa que para crear un cambio consistente y que evite vueltas atrás por no haber cerrado bien con lo que había, lo suyo es revisar todo nuestro historial digital, decidir si rescatamos algo y llegar al fondo: hacer una limpieza digital en condiciones. Porque si no, es fácil que volvamos a utilizar cuentas que no estén alineadas con la estrategia y que nos ramifiquemos otra vez.
También tiene su gracia despedirse de los emails personales de familia y amigos, recordar por dónde hemos pasado… Pero también ser conscientes de que es posible que esos correos no sean esenciales para seguir adelante. Desapegarnos un poco del valor emocional, aunque no hace falta eliminarlos todos; nos podemos quedar con los más top. Y soltar.
Desde la calma de haber limpiado hasta un punto en que nos encontremos cómodos se puede empezar a diseñar una estrategia de vida digital sostenible de aquí a futuro, siendo conscientes de qué publicamos y de si es coherente con nuestro propósito.
***
A partir de aquí, el camino se bifurca.
Si sigues leyendo, lo que encontrarás es una combinación entre mi proceso y ejercicios/estrategias que te pueden inspirar en tu propia limpieza digital.
***
V001
Limpiar mis redes sociales
V002
Limpiar mi correo electrónico
***
Pongo mi foco en identificar lo esencial de mi identidad digital y decidir si quiero tener mis redes sociales y/o mis cuentas de correo electrónico llenas de mensajes cercanos o lejanos a mi esencia.
¿Qué es para ti la esencia?
Cuéntanos en los comentarios 🙂
Fotografía de portada de Sina Katirachi en Unsplash
Desierto fotografíado por Mikk Tõnissoo en Unsplash
Una respuesta a «Väsen: un viaje a la esencia (Capítulo 1 – Minimalismo digital)»
[…] definirse la esencia de uno mismo como ese depósito de energía y motivación que te lleva a lo que te hace sentirte […]